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La vida puede ser un enorme lienzo de ideas que trasciende en nuestra alma atreves de creencias que nos han heredado grandes autores de maravillosas pintura, esculturas, arquitecturas, etc. La fascinante creación que envuelve tus sentidos y sentimientos con expresiones surrealistas y de gran importancia. Este blog es para los amantes de la historia del arte.
domingo, 8 de mayo de 2016
ARQUITECTURA
La arquitectura es el arte y la técnica de proyectar, diseñar, construir y modificar el Hábitat humano, incluyendo edificios de todo tipo, estructuras arquitectónicas y urbanas y espacios arquitectónicos y urbanos. El término «arquitectura» proviene del superlativo griego αρχ (arch, cuyo significado es ‘jefe’, ‘autoridad’ o ‘más que’), y τεκτων (tekton es decir ‘constructor’).
La arquitectura abarca la consideración de todo el ambiente físico que rodea la vida humana: no podemos sustraernos a ella mientras formemos parte de la civilización, porque la arquitectura es el conjunto de modificaciones y alteraciones introducidas en la superficie terrestre con objeto de satisfacer las necesidades humanas, exceptuando sólo el puro desierto.
La arquitectura es una ciencia que surge de muchas otras ciencias, y adornada con muy variado aprendizaje; por la ayuda de que un juicio se forma de esos trabajos que son el resultado de otras artes. La práctica y la teoría son sus padres. La práctica es la contemplación frecuente y continuada del modo de ejecutar algún trabajo dado, o de la operación mera de las manos, para la conversión de la materia de la mejor forma y de la manera más acabada. La teoría es el resultado del razonamiento que demuestra y explica que el material forjado ha sido convertido para resultar como el fin propuesto. Porque el arquitecto meramente práctico no es capaz de asignar las razones suficientes para las formas que él adopta; y el arquitecto de teoría falla también, agarrando la sombra en vez de la substancia. El que es teórico así como también práctico, por lo tanto construyó doblemente; capaz no sólo de probar la conveniencia de su diseño, sino igualmente de llevarlo en ejecución.
La arquitectura abarca la consideración de todo el ambiente físico que rodea la vida humana: no podemos sustraernos a ella mientras formemos parte de la civilización, porque la arquitectura es el conjunto de modificaciones y alteraciones introducidas en la superficie terrestre con objeto de satisfacer las necesidades humanas, exceptuando sólo el puro desierto.
La arquitectura es una ciencia que surge de muchas otras ciencias, y adornada con muy variado aprendizaje; por la ayuda de que un juicio se forma de esos trabajos que son el resultado de otras artes. La práctica y la teoría son sus padres. La práctica es la contemplación frecuente y continuada del modo de ejecutar algún trabajo dado, o de la operación mera de las manos, para la conversión de la materia de la mejor forma y de la manera más acabada. La teoría es el resultado del razonamiento que demuestra y explica que el material forjado ha sido convertido para resultar como el fin propuesto. Porque el arquitecto meramente práctico no es capaz de asignar las razones suficientes para las formas que él adopta; y el arquitecto de teoría falla también, agarrando la sombra en vez de la substancia. El que es teórico así como también práctico, por lo tanto construyó doblemente; capaz no sólo de probar la conveniencia de su diseño, sino igualmente de llevarlo en ejecución.
ESTRUCTURA DE LA OBRA
LAS FORMAS
Las formas adquieren su significado dentro del espacio, estructurándose en una composición. El artista ha de ordenar, de manera lógica, todos los elementos para que cumplan su función en el cuadro, siendo esta sabia distribución de formas lo que hará más o menos válida la obra de arte.El lenguaje artístico es complejo y cambiante, pero obedece a una cierta lógica compositiva que, si se transgrede, puede provocar en el espectador una clara sensación de rechazo. Hablamos de lógica, no de reglas rígidas, ay que estas últimas, por su mala aplicación, han llevado a resultados francamente negativos.
El artista pintor ha de conocer las reglas, aprenderlas y después olvidarlas. Sólo así conseguirá un lenguaje propio e individual –manera– que lo diferenciará de los demás artistas. Hay que hacer notar que en el transcurso de la Historia del Arte, los gustos han cambiado, los dogmatismos han variado, la praxis pictórica se ha enriquecido y los enfrentamientos estéticos han sido frecuentes. No podemos resumir el devenir histórico en un proceso de infancia,, madurez y senectud que nos llevaría a una visión del arte evolutiva y no relacionada con una realidad sociocultural, sino que hemos de analizar el arte desde dentro, en cada momento. Así, el Gótico no supera al Románico, ni el Barroco es la decadencia del Renacimiento, sino que son estilos con un lenguaje propio, que dentro de ellos albergan obras infantiles, maduras y decrépitas. Otro aspecto es nuestro personal, que se puede decantar hacia uno u otro estilo. Lo único que desearíamos es que nadie hablara de estilos evolucionados o neonatos, mejores o peores. La obra pictórica está ahí para que la valoremos dentro de su mismo estilo, no para que la comparemos con obras de otros momentos. La técnica puede evolucionar y, como ya hemos apuntado, incidir en la conformación de la obra, pero nunca elevar una composición por encima de las demás.
LA PERSPECTIVA
Uno de los aspectos principales de la composición pictórica es la distribución de los elementos en el espacio, para su visión comprensiva para el espectador. El espacio es el marco en el que el pintor sitúa los personajes, los objetos del tema que desarrolla, y para esto lo estructura de formas diversas. Insistamos en que lo que nosotros vemos no es la transposición de la realidad sino una nueva realidad: la plástica.La perspectiva es la manera que hace posible la visualización del espacio pictórico, según unas leyes intuidas o experimentales de manera racional. Su formulación a través de los tiempos es múltiple y tiene diversos condicionamientos, los unos formales y los otros conceptuales -filosofía, religión, sociedad, …-.
Un cierto infantilismo perspectivo
está presente en esta representación. El labriego no está en la parte
superior de un montículo de trigo, sino en medio de un trigal. La
solución de los bueyes superpuestos en una secuencia en diagonal
adelantada es mucho más plástica y, desde una visión actual, más clara.
Es esta representación gráfica de un momento la que mejor nos define la
pintura.
Para los primitivos el espacio es algo que les viene
dado, sin que ellos aporten nada. Así, el cerca y el lejos se resuelven
según la ley de la frontalidad y los elementos se yuxtaponen en la
superficie sin un orden preestablecido, aunque a veces su situación en diagonal crea una cierta perspectiva accidental. En el mundo románico
la disposición de las imágenes es más ordenada, fijando un lugar a cada
uno de los elementos figurados. Así, la yuxtaposición en horizontal y
vertical organiza el espacio compositivo, ocupando el personaje principal la parte alta del cuadro.
Es en este momento cuando el aludido condicionante religioso actúa de
manera clara. El espacio ordenado es la distancia que separa al hombre
de los seres divinos. En el Gótico aparece la perspectiva teológica,
en la que los personajes tienen el tamaño que les corresponde en
función de su importancia. Así, Dios Padre, Jesucristo y la Virgen
presiden la composición en gran tamaño, degradándose éste al aparecer
los santos y los ángeles, para llegar al grado mínimo de tamaño en las
representaciones humanas (los donantes).Esta jerarquización medieval se abandona en la cultura humanística del Renacimiento, en la que el hombre se convierte en el centro y medida de todas las cosas. Ya no hay razón para diferenciar lo terrenal de lo espiritual y la distribución del espacio se realiza en función del hombre. Se crea así una perspectiva en la que los personajes y objetos tienen el tamaño que les corresponde según el lugar que ocupan. Sus antecedentes los podemos encontrar ya en el Trecento, en los pintores de la burguesía acomodada de mentalidad racionalista, tales como Giotto y Ambrosio Lorenzetti. Ambos consiguen crear un espacio tridimensional, a la vez que plasman la realidad, no sistematizando, sin embargo, sus logros perspectivos. Será el siglo XV el del descubrimiento y la aplicación de la perspectiva artificialis, cuya base matemática y geométrica, es decir, científica, elevará a los artistas a una categoría superior. La pintura pasará de arte manual -artesanal- a arte liberal. Se creará así un espacio pictórico, homogéneo, continuo e infinito, en el que, según Nicolás de Cusa, cualquier punto puede tomarse como centro. Generalmente se utiliza una perspectiva central en la que los ejes vertical y horizontal -línea del horizonte-, en su intersección, coinciden con el punto de fuga. Muchos son los teóricos que, en este primer Renacimiento, formulan de manera admirable la organización del espacio en perspectiva. Cabe citar a Leon Battista Alberti –Della Pittura– y Piero della Francesca –De prospectiva pingendi-, que teorizaron sobre esta perspectiva lineal, descubierta por Brunelleschi. En Centroeuropa los estudios teórico-prácticos no se desarrollarán hasta el siglo XVI, con el tratado de Durero, aunque soluciones parecidas habían aparecido de manera empírica en los pintores del siglo anterior. Jan van Eyck consigue, a través de la óptica -el espejo- perspectivas curvas, como es el caso del Retrato del Matrimonio Arnolfini, y Roger van der Weyden, aunque es incorrecto en su uso de la perspectiva, consigue resultados más reales que los racionales de Piero della Francesca.
La situación lógica de los personajes en el espacio, acorde con la realidad visual, tiene en La Escuela de Atenas uno de los ejemplos más precisos. La perspectiva artificial o geométrica,
con sus líneas de fuga; organiza la composición de manera que los
elementos de ésta adquieren su propia dimensión en un lugar del espacio
pictórico. Vemos claramente como todo el conjunto queda referenciado en
un punto de fuga central que recoge las líneas
perspectivas y organiza de manera ordenada la estructuración espacial.
La arquitectura señala claramente la progresión en profundidad y ayuda a
visualizar y concretar la composición. Podemos aplicar claramente la
definición de la perspectiva renacentista: cada elemento tiene el tamaño que le corresponde según el lugar que ocupa.
A fines del siglo XV y comienzos del XVI, asimilada totalmente la
teoría y la praxis de la perspectiva, se abren nuevos caminos a la
organización del espacio. Aparece la perspectiva de color y la perspectiva menguante, superpuestas a la perspectiva lineal. Leonardo da Vinci, en su Tratado de la Pintura escribe: «La
ciencia de la pintura comprende todos los colores de la superficie y
las figuras de los cuerpos que con ellos se revisten, y su proximidad y
lejanía, según proporción entre las diversas disminuciones y las
diversas distancias. Esta ciencia es madre de la perspectiva, esto es,
de la ciencia de las líneas de la visión, ciencia que se divide en tres
partes; de éstas, la primera solamente comprende la construcción lineal
de los cuerpos (perspectiva lineal); la segunda, la difuminación de los colores en relación a las diversas distancias (perspectiva de color); y la trecera, la pérdida de determinación de los cuerpos en relación a las diversas distancias (perspectiva menguante) (…).»En esta transición entre el orden renacentista quattrocentista y el inicio del desorden cinquecentista, que culminará en los pintores manieristas, aparece la perspectiva ilusoria que consigue mediante engaños ópticos -los llamdos trompe-l’oeil– hacer ver aquello que en realidad no es. La construcción de estos espacios ilusorios se basa siempre en las reglas de la proyección central, pero la necesidad de hacer creíble lo no real lleva a los artistas a utilizar toda clase de licencias, que conllevan la utilización de puntos de fuga múltiples. Mantegna nos introduce en este mundo en su magnífica decoración de la Cámara de los esposos, del Palacio Ducal de Mantua, e intenta, a través de figuras de hábil escorzo, profundizar el campo visual. Su Cristo muerto, de la Pinacoteca Brera de Milán, es uno de los ejemplos más destacados de esta segunda solución.
Los pintores venecianos, sobre todo el Veronés, conciben sus grandes cuadros -hábil síntesis de personajes y arquitectura- gracias a diversos puntos de fuga ordenados a partir de un eje central. A veces, el punto/puntos de fuga están fuera del cuadro, creando así efectos de un gran dinamismo. Indiquemos que una de las finalidades del pintor es hacer creíbles sus composiciones por lo que en ocasiones ha de modificar las estrictas reglas perspectivas. Los manieristas las contravinieron, no por desconocimiento sino por necesidad plástica, consiguiendo obras sorprendentes.
El siglo XVII representa la crisis de valores de orden universal que hasta aquel momento habían sido la base del pensamiento científico. El sistema tolemaico da paso a la teoría copernicana, que gracias a Kepler y Galileo comenzó a ejercer un amplio influjo. La teoría de Kepler de que las paralelas convergen en el infinito creó un estado de ánimo en el que la razón tradicional dio paso a la razón científica. El infinito apareció como espacio pictórico. Así las cosas, no es de extrañar que lo ilusorio, ya utilizado desde finales del siglo XV, se sistematizara. Así, el jesuita Andrea Pozzo volvió a la ortodoxia perspectiva en sus formulaciones ilusionistas. La falsa cúpula de la iglesia de San Ignacio de Roma es paradigmática de esta praxis.
Pero el Barroco busca el infinito, la indefinición. Las decoraciones de bóvedas y techos buscan la creación de un espacio integrado, donde las columnas se escorzan violentamente y las figuras se anamorfosean.
A nivel puramente de composición de caballete, se utilizará la perspectiva aérea, sabia combinación de perspectiva de color y menguante, es decir, la que a través de la luz y el color consigue la definición de los elementos en el espacio que les corresponde. Las Meninas de Velázquez es un claro ejemplo de este tipo de perspectiva, que no por ello abandona la formulación lineal como base de ordenación espacial.
El siglo XVIII continúa la manera barroca seiscentista, pero introduce en el mundo veneciano la llamada veduta. Es un acercamiento científico a la naturaleza. Algarotti, en su Saggio sopra la pittura, escribe: «Los pintores deberán hacer de la cámara óptica el mismo uso que hacen los astrónomos del telescopio, y los físicos del microscopio. Todos estos instrumentos posibilitan un mejor conocimiento y representación de la naturaleza». La cámara oscura posibilita una perspectiva óptica a la manera de la cámara fotográfica actual. Actualmente los pintores continúan utilizando las técnicas tradicionales de la perspectiva, aunque la perspectiva plana-situación yuxtapuesta de los elementos en el cuadro- es bastante habitual, junto a la utilización de diferentes puntos de vista– cubismo- o a base del color-impresionistas-. Las corrientes hiperrealistas, con el uso de la cámara fotográfica, han fomentado la utilización de la llamada perspectiva fotográfica.
BARROCO.
Pintura del Barroco
La mejor y más importante pintura durante el período que comienza alrededor del año 1600 y continúa a lo largo de todo el siglo XVII, y a principios del siglo XVIII se identifica hoy como pintura barroca. El arte barroco se caracteriza por el realismo, los colores ricos e intensos, y fuertes luces y sombras. En oposición al arte renacentista, que normalmente mostraba el momento anterior a ocurrir cualquier acontecimiento, los artistas barrocos elegían el punto más dramático, el momento en que la acción estaba ocurriendo: Miguel Ángel, que trabajó durante el Alto Renacimiento, muestra a su David compuesto y quieto antes de luchar contra Goliat; el David barroco de Bernini es captado en el acto de lanzar la piedra contra el gigante. El arte barroco pretendía evocar la emoción y la pasión en lugar de la tranquila racionalidad que había sido apreciada durante el Renacimiento.
Entre los más grandes pintores del período barroco se encuentran Caravaggio,4 Rembrandt,5 Rubens,6 Velázquez, Poussin7 y Vermeer.8 Caravaggio es heredero de la pintura humanista del Alto Renacimiento. Su enfoque realista de la figura humana, pintada directamente del natural e iluminada dramáticamente contra un fondo oscuro, sorprendió a sus contemporáneos y abrió un nuevo capítulo en la historia de la pintura. La pintura barroca a menudo dramatiza las escenas usando los efectos lumínicos del claroscuro; esto puede verse en obras de Rembrandt, Vermeer, Le Nain y La Tour. El pintor flamenco Antón Van Dyck desarrolló un estilo de retrato cortesano, con gracia, que influyó mucho, especialmente en Inglaterra.
ARTE POST MODERNO
El arte posmoderno, por oposición al denominado arte moderno, es el arte propio de la posmodernidad, teoría socio-cultural que postula la actual vigencia de un periodo histórico que habría superado el proyecto moderno, es decir, la raíz cultural, política y económica propia de la Edad Contemporánea, marcada en lo cultural por la Ilustración, en lo político por la Revolución francesa y en lo económico por la Revolución industrial.
Actualmente existe mucha controversia sobre si efectivamente el proyecto moderno está superado o no; ciertamente existe poca perspectiva histórica para poder establecer una ruptura con el periodo anterior e iniciar una nueva era; tan solo la distancia en el tiempo y un más profundo análisis podrán establecerlo.
Surgido tanto en Europa como en Estados Unidos desde mediados de los años 1970, enmarca diversos movimientos como son la transvanguardia italiana, el neoexpresionismo alemán, el neomanierismo, el neominimalismo, el neoconceptualismo y el simulacionismo, entre otros.
ARTE MODERNO
Arte moderno es un término propio de distintos ámbitos del mundo del arte (la historiografía del arte, la estética y teoría del arte y el mercado de arte), que pretende diferenciar una parte de la producción artística, que se identificaría con un determinado concepto de modernidad por oposición al denominado arte académico. Este representaría la tradición; mientras que el arte moderno representaría la experimentación.1
Al ser esencialmente un concepto estético y no cronológico, cualquier delimitación de un periodo para el "arte moderno" es problemática, empezando por una dificultad obvia: el arte de la Edad Moderna (de mediados del siglo XV a finales del siglo XVIII) no es lo que se entiende como "arte moderno", mientras que sí lo es el arte de la Edad Contemporánea (desde finales del siglo XVIII hasta la actualidad). Otra ambigüedad evidente es la utilización de la expresión "arte moderno" en oposición a "arte antiguo", que tampoco coincide siempre con el arte de la Edad Antigua (desde el inicio de la historia hasta el siglo V), especialmente en formas como "maestros antiguos" y "maestros modernos", siendo aquellos los del siglo XV al XVII, y estos los posteriores, épocas convencionalmente separadas por criterios historiográficos y museológicos.2
Las expresiones "arte moderno" y "arte contemporáneo" se utilizan muy a menudo de forma totalmente intercambiable, incluso en la bibliografía especializada3 y el entorno institucional (museos y universidades);4 mientras que en otras ocasiones, en los mismos ámbitos, se utilizan en oposición, reservando para el "arte moderno" un periodo indefinido, que puede ir desde distintos momentos del siglo XIX hasta distintos momentos del siglo XX. No hay consenso para determinar si es el "arte moderno" o el "arte contemporáneo" el que ejemplifican las vanguardias; ni tampoco para determinar si esa diferenciación debe aplicarse a alguna de las sucesivas generaciones de vanguardias: bien las que comienzan antes de la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y se desarrollan en el periodo de entreguerras (1918-1939), o bien las que surgen después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), o incluso las "transvanguardias" de finales del siglo XX, cuando se acuñó el concepto de lo "postmoderno", que para algunos autores pondría fin al "arte moderno" en sí.El arte moderno, como innovación frente a la tradición artística del arte occidental, representa una nueva forma de entender la teoría y la función del arte, en que el valor dominante de las llamadas artes figurativas (pintura y escultura) ya no es la imitación de la naturaleza o su representación literal.
ARTE ABSTRACTA
Arte abstracto es un concepto general, opuesto al concepto de arte figurativo, que remite a lo más esencial del arte, reducido a sus aspectos cromáticos, formales y estructurales. La abstracción acentúa las formas, abstrayéndolas, alejándolas de la imitación o reproducción fiel o verosímil de lo natural (mimesis); rechaza cualquier forma de copia de cualquier modelo exterior a la conciencia del artista.
El concepto de arte abstracto se aplica a muchas y a distintas artes visuales: pintura (pintura abstracta), escultura (escultura abstracta) y artes gráficas (artes gráficas abstractas). Su aplicación a otras artes plásticas, como la arquitectura (arquitectura abstracta) o a artes no plásticas (música abstracta, danza abstracta o literatura abstracta), es menos evidente, pero existe uso bibliográfico de tales expresiones.
Se entiende por arte abstracto el que prescinde de toda figuración (espacio real, objetos, paisajes, figuras, seres animados e incluso formas geométricas si se representan como objetos reales, con iluminación y perspectiva). Una obra abstracta, entendida de forma estricta, no puede hacer referencia a algo exterior a la obra en sí misma, sino que propone una nueva realidad distinta a la natural.
El arte abstracto deja de considerar justificada la necesidad de la representación figurativa y tiende a sustituirla por un lenguaje visual autónomo, dotado de sus propias significaciones (iconografía). El arte abstracto usa un lenguaje visual de forma, color y línea para crear una composición que puede existir con independencia de referencias visuales del mundo real.
ARTE PINTURA
La pintura es el arte de la representación gráfica utilizando pigmentos mezclados con otras sustancias aglutinantes orgánicas o sintéticas. En este arte se emplean técnicas de pintura, conocimientos de teoría del color
y de composición pictórica, y el dibujo. La práctica del arte de
pintar, consiste en aplicar, en una superficie determinada —una hoja de papel, un lienzo, un muro, una madera, un fragmento de tejido, etc.— una técnica determinada, para obtener una composición de formas, colores, texturas, dibujos, etc. dando lugar a una obra de arte según algunos principios estéticos.
TIPOS DE ARTE
En Grecia Antigua se distinguieron seis disciplinas dentro del arte:
la poesía, la pintura, la música, la escultura, la danza y la
arquitectura.Poesía: del griego crear, forma
parte del género literario. En las poesías, las cualidades estéticas
del lenguaje cobran mayor protagonismo que el contenido. Abundan las
imágenes literarias y los elementos simbólicos, que se expresan por
medio de la métrica. Esta está compuesta por el ritmo,
las estrofas y versos. La presencia de imágenes literarias como la
metáfora, ironía, comparaciones, y otras figuras retóricas exigen una
lectura activa para lograr comprenderla.
Las formas más conocidas de poesía son el haiku (de origen japonés), el jintishi (chino), los sonetos (occidente), rondeaus y sestinas (franceses) y las odas (Grecia Antigua).
Pintura: recurre a la utilización de distintas sustancias y pigmentos para realizar representaciones gráficas con el fin de crear un arte visual. Para esto, se vale de la combinación de colores y líneas. En esta disciplina, que es sumamente antigua (previa a la escritura), existen distintos géneros, algunos de ellos son: retratos, naturaleza muerta, desnudo, paisajes, costumbristas, figurativos y autorretrato, entre otros. Algunas de las técnicas que existen son el óleo, tapiz, fresco, aguada, acuarela, vitral y temple.
Música: del griego mousiké, que significa “arte de las musas”, alude al arte de estructurar una combinación coherente de silencios y sonidos, con criterios lógicos y sensibles. En la música, los dos elementos más importantes son el ritmo y el sonido, que aparecen conjuntamente y ordenados por distintas estructuras sonoras y rítmicas. Dependiendo de los instrumentos que se utilicen, se puede hablar de dos formas para dividir a los géneros musicales: instrumentales y vocales. En este último, hay un predominio de la voz, y puede haber o no presencia instrumental. Los géneros instrumentales, en cambio, son creados sólo para instrumentos. Algunos de los géneros que existen son: la ópera, el rock, el pop, la música clásica, blues, jazz, tango, entre tantos.
Escultura: en esta disciplina el escultor moldea figuras voluminosas en madera, barro, piedra o cualquier otro material para expresar así belleza. Dentro de la escultura se habla de dos ramas: la ornamental y la estatuaria. Esta última representa a la figura humana y las concepciones suprasensibles del hombre. La ornamental, en cambio, representa al resto de los seres vivos: plantas y animales.
Danza: en esta disciplina se realizan movimientos corporales rítmicos por medio de los cuales se logra expresar emociones y sentimientos. Puede estar acompañada por música, aunque no es inherente. En la danza, los movimientos corporales se combinan con las nociones rítmicas y el uso del espacio. Además, la mímica y el canto también pueden formar parte de esta disciplina. La coreografía es el conjunto de movimientos predeterminados que guiarán que pasos se seguirán en un determinado baile.
Arquitectura: esta disciplina consiste en la técnica de construir y proyectar estructuras y edificios. Lo que busca es satisfacer necesidades humanas por medio de la alteración del ambiente físico, pero también se realiza con fines meramente estéticos. Algunos de los estilos más reconocidos son la arquitectura gótica, renacentista y barroca.
Las formas más conocidas de poesía son el haiku (de origen japonés), el jintishi (chino), los sonetos (occidente), rondeaus y sestinas (franceses) y las odas (Grecia Antigua).
Pintura: recurre a la utilización de distintas sustancias y pigmentos para realizar representaciones gráficas con el fin de crear un arte visual. Para esto, se vale de la combinación de colores y líneas. En esta disciplina, que es sumamente antigua (previa a la escritura), existen distintos géneros, algunos de ellos son: retratos, naturaleza muerta, desnudo, paisajes, costumbristas, figurativos y autorretrato, entre otros. Algunas de las técnicas que existen son el óleo, tapiz, fresco, aguada, acuarela, vitral y temple.
Música: del griego mousiké, que significa “arte de las musas”, alude al arte de estructurar una combinación coherente de silencios y sonidos, con criterios lógicos y sensibles. En la música, los dos elementos más importantes son el ritmo y el sonido, que aparecen conjuntamente y ordenados por distintas estructuras sonoras y rítmicas. Dependiendo de los instrumentos que se utilicen, se puede hablar de dos formas para dividir a los géneros musicales: instrumentales y vocales. En este último, hay un predominio de la voz, y puede haber o no presencia instrumental. Los géneros instrumentales, en cambio, son creados sólo para instrumentos. Algunos de los géneros que existen son: la ópera, el rock, el pop, la música clásica, blues, jazz, tango, entre tantos.
Escultura: en esta disciplina el escultor moldea figuras voluminosas en madera, barro, piedra o cualquier otro material para expresar así belleza. Dentro de la escultura se habla de dos ramas: la ornamental y la estatuaria. Esta última representa a la figura humana y las concepciones suprasensibles del hombre. La ornamental, en cambio, representa al resto de los seres vivos: plantas y animales.
Danza: en esta disciplina se realizan movimientos corporales rítmicos por medio de los cuales se logra expresar emociones y sentimientos. Puede estar acompañada por música, aunque no es inherente. En la danza, los movimientos corporales se combinan con las nociones rítmicas y el uso del espacio. Además, la mímica y el canto también pueden formar parte de esta disciplina. La coreografía es el conjunto de movimientos predeterminados que guiarán que pasos se seguirán en un determinado baile.
Arquitectura: esta disciplina consiste en la técnica de construir y proyectar estructuras y edificios. Lo que busca es satisfacer necesidades humanas por medio de la alteración del ambiente físico, pero también se realiza con fines meramente estéticos. Algunos de los estilos más reconocidos son la arquitectura gótica, renacentista y barroca.
EL ARTE MEXICANO
El arte mexicano consta de una variedad de artes visuales que se han desarrollado en el área geográfica ahora conocida como México. El desarrollo de estas artes ha seguido a la historia de México, con la era Mesoaméricana, el periodo colonial, el periodo después de la independencia de México y otros acontecimientos. El arte mesoamericano fue producido en la zona que abarca gran parte de lo que es ahora el centro y el sur de México, durante un periodo de 300 años antes de la conquista de México que abarcó desde 1500 AC hasta 1500 de nuestra era.
Mientras este tiempo, todos los factores que influyeron en el arte fueron los indígenas, con el arte fuertemente ligado a la religión y las clases dominantes, no hubo una verdadera distinción entre el arte, la arquitectura y la escritura. La conquista española dio lugar a 300 años de dominio, pero no modificó el sentido del arte ligado a la religión, la mayoría del arte fue asociado con la construcción y decoración de las iglesias, así como la justificación religiosa de continuar con el gobierno español. Casi todo el arte fue producido con la tradición europea, pero se mantuvieron los elementos indígenas, a partir de un equilibrio entre las tradiciones europeas y las indígenas.
Después de la independencia, el arte mantuvo fuertemente el estilo europeo, pero los temas indígenas comenzaron a aparecer más, ya que se necesitaba una distinción del México actual y su pasado colonial. Esta preferencia de elementos indígenas continuo hasta mitades del siglo XX, con el muralismo mexicano, liderado por artistas como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Fernando Leal.
La fuerza de este movimiento artístico fue tal que afectó a otras artes que estaban iniciando, como la fotografía y las artesanías, fuertemente promovidas como parte de la identidad mexicana. Desde la década de 1950, el arte mexicano rompió con el estilo muralista y ha sido más globalizado; un ejemplo es la integración de elementos asiáticos, con artistas mexicanos y directores de cine que tienen un efecto en el escenario mundial.
Artesanías y arte folklórico mexicano,
conocido como "artesanía" en México, es un compleja categoría de
artículos hechos a mano, o en pequeños talleres, con fines utilitarios,
decorativos u otros. Estos incluyen cerámica, tapices, ciertos tipos de
pinturas y textiles.
Al igual que las artes más formales, las artesanías tienen raíces
indígenas y europeas, y se considera una herencia étnica de México.
Este vínculo entre el arte y la identidad cultural fue fuertemente forjada por la élite política, intelectual y artística del paísen la primera mitad del siglo XX, después de la Revolución Mexicana. Artistas como Diego Rivera, Rufino Tamayo y Frida Kahlo utilizaron las artesanías como inspiración para una serie de pinturas, murales y otras obras.78 A dieferencia de las bellas artes, las artesanías son creadas por personas comunes y de herencia indígena, que aprenden de su oficio de manera formal e informal. La viculación entre las artesanías y la identidad mexicana continua en la televisión, el cine y la promoción del turismo.
La mayor parte de las artesanías producidas en México, se componen de cosas ordinarias hechas para el uso diario. Se considera artística, ya que, contiene detalles decorativos o están pintadas con colores brillantes, o ambas. El uso audaz de colores en la artesanía, y otras construcciones se remonta a la época prehispánica, estos son acompañados por otros colores en tonos audaces, introducidos por el contacto que hubo con los europeos y asiáticos. Los temas de los diesños varían desde lo puramente indígena, en su mayoría europeos acompañados de otros elementos. Los diseños geométricos conectados al pasado prehispánico de México son frecuentes y los artículos hechos por comunidades puramente indígenas del país. Los temas de la naturaleza son muy populares, posiblemente más que los patrones geométricos en diseños tanto prehispánicos como europeos, que se encuentran especialmente frecuentes en tapices y cerámicas.
Una de las mejores cerámicas en México es la Talavera de Puebla que se produce en Puebla. estas artesanías tienen una mezcla de influencias en sus elementos y su diseño tanto de españoles, árabes, chinos e indígenas. Las pinturas más populares conocidas son las llamada "ex-voto", "Retablo" o Pinturas Votivas, se trata de pequeñas pinturas conmemorativas u otro material gráfico creado por un creyente, en honor a la intervención de un santo u otra figura. El estilo ex-voto de la pintura fue apropiado durante mitades del siglo XX por Kahlo, que creía que era la expresión más genuina del arte latinoamericano.
El arte mexicano consta de una variedad de artes visuales que se han desarrollado en el área geográfica ahora conocida como México. El desarrollo de estas artes ha seguido a la historia de México, con la era Mesoaméricana, el periodo colonial, el periodo después de la independencia de México y otros acontecimientos. El arte mesoamericano fue producido en la zona que abarca gran parte de lo que es ahora el centro y el sur de México, durante un periodo de 300 años antes de la conquista de México que abarcó desde 1500 AC hasta 1500 de nuestra era.
Mientras este tiempo, todos los factores que influyeron en el arte fueron los indígenas, con el arte fuertemente ligado a la religión y las clases dominantes, no hubo una verdadera distinción entre el arte, la arquitectura y la escritura. La conquista española dio lugar a 300 años de dominio, pero no modificó el sentido del arte ligado a la religión, la mayoría del arte fue asociado con la construcción y decoración de las iglesias, así como la justificación religiosa de continuar con el gobierno español. Casi todo el arte fue producido con la tradición europea, pero se mantuvieron los elementos indígenas, a partir de un equilibrio entre las tradiciones europeas y las indígenas.
Después de la independencia, el arte mantuvo fuertemente el estilo europeo, pero los temas indígenas comenzaron a aparecer más, ya que se necesitaba una distinción del México actual y su pasado colonial. Esta preferencia de elementos indígenas continuo hasta mitades del siglo XX, con el muralismo mexicano, liderado por artistas como Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Fernando Leal.
La fuerza de este movimiento artístico fue tal que afectó a otras artes que estaban iniciando, como la fotografía y las artesanías, fuertemente promovidas como parte de la identidad mexicana. Desde la década de 1950, el arte mexicano rompió con el estilo muralista y ha sido más globalizado; un ejemplo es la integración de elementos asiáticos, con artistas mexicanos y directores de cine que tienen un efecto en el escenario mundial.
Arte popular mexicano y artesanías
Este vínculo entre el arte y la identidad cultural fue fuertemente forjada por la élite política, intelectual y artística del paísen la primera mitad del siglo XX, después de la Revolución Mexicana. Artistas como Diego Rivera, Rufino Tamayo y Frida Kahlo utilizaron las artesanías como inspiración para una serie de pinturas, murales y otras obras.78 A dieferencia de las bellas artes, las artesanías son creadas por personas comunes y de herencia indígena, que aprenden de su oficio de manera formal e informal. La viculación entre las artesanías y la identidad mexicana continua en la televisión, el cine y la promoción del turismo.
La mayor parte de las artesanías producidas en México, se componen de cosas ordinarias hechas para el uso diario. Se considera artística, ya que, contiene detalles decorativos o están pintadas con colores brillantes, o ambas. El uso audaz de colores en la artesanía, y otras construcciones se remonta a la época prehispánica, estos son acompañados por otros colores en tonos audaces, introducidos por el contacto que hubo con los europeos y asiáticos. Los temas de los diesños varían desde lo puramente indígena, en su mayoría europeos acompañados de otros elementos. Los diseños geométricos conectados al pasado prehispánico de México son frecuentes y los artículos hechos por comunidades puramente indígenas del país. Los temas de la naturaleza son muy populares, posiblemente más que los patrones geométricos en diseños tanto prehispánicos como europeos, que se encuentran especialmente frecuentes en tapices y cerámicas.
Una de las mejores cerámicas en México es la Talavera de Puebla que se produce en Puebla. estas artesanías tienen una mezcla de influencias en sus elementos y su diseño tanto de españoles, árabes, chinos e indígenas. Las pinturas más populares conocidas son las llamada "ex-voto", "Retablo" o Pinturas Votivas, se trata de pequeñas pinturas conmemorativas u otro material gráfico creado por un creyente, en honor a la intervención de un santo u otra figura. El estilo ex-voto de la pintura fue apropiado durante mitades del siglo XX por Kahlo, que creía que era la expresión más genuina del arte latinoamericano.
EL CONOCIMIENTO DEL ARTE
Benedetto Croce dice “el arte recoge intuiciones más vastas y complejas de las que se suele tener comúnmente”[6], la condición del arte de presentarse al espectador como una expresión particular de un sujeto/artista, promueve la creación de obras que suelen dejar abiertas una serie de interrogantes destinadas al espectador.
Posterior al primer encuentro con la obra en donde se aprehenden los aspectos materiales de esta, el ser humano buscar poner en palabras estas sensaciones e intuiciones, para ello le será imprescindible ir más allá de las formas, hacer consciente las emociones vividas anteriormente, se indagarán por lo tanto aquellos elementos que nos hayan llamado la atención o interesado en particular. Se empieza así un camino hacia lo que nos “transmite” la obra, la información que nos entrega va más allá de las formas y permite conocer aspectos de ella desde su creación hasta el momento del encuentro. Aún cuando la raíz de la búsqueda de este conocimiento en particular subyace en los elementos figurativos representados, se hará necesario darle forma a estas percepciones, y eso se logra a través del conocimiento de elementos que se encuentran ajenos a la materialidad de la obra.
La pregunta que conduce mi investigación es ¿Qué más transmite el arte, aparte de lo meramente visual? ¿Puede el conocimiento traer nuevas percepciones sobre ella? Me referí anteriormente a la cualidad humana de poner en palabras aquellas sensaciones que experimentamos, de ir más allá de la experiencia fenomenológica del arte, donde se hace necesario buscar y conocer diferentes aspectos de esta: como su historia, el artista que la produjo, la técnica, etc.
todas estas preguntas orientadas a ofrecer un panorama más amplio sobre la obra, y lo que enriquecerá posteriormente su significación para nosotros. No todos nos sentimos interesados por la misma información, así como no todos percibimos lo mismo sobre una obra; serán entonces las inquietudes personales las que promuevan la búsqueda de información y la profundidad que le demos a los contenidos encontrados. Sobre la interacción entre la sensación, la percepción y el saber, Marta Zátonyi dice que “permite un incesante crecimiento en relación con el arte: abrir mundos, profundizar la relación con el arte ya conocido, mirar hacia el arte del otro, reconocer e interpretarlo, intentar entender el universo simbólico de la creación artística, valorarlo y gozar de él.
Benedetto Croce dice “el arte recoge intuiciones más vastas y complejas de las que se suele tener comúnmente”[6], la condición del arte de presentarse al espectador como una expresión particular de un sujeto/artista, promueve la creación de obras que suelen dejar abiertas una serie de interrogantes destinadas al espectador.
Posterior al primer encuentro con la obra en donde se aprehenden los aspectos materiales de esta, el ser humano buscar poner en palabras estas sensaciones e intuiciones, para ello le será imprescindible ir más allá de las formas, hacer consciente las emociones vividas anteriormente, se indagarán por lo tanto aquellos elementos que nos hayan llamado la atención o interesado en particular. Se empieza así un camino hacia lo que nos “transmite” la obra, la información que nos entrega va más allá de las formas y permite conocer aspectos de ella desde su creación hasta el momento del encuentro. Aún cuando la raíz de la búsqueda de este conocimiento en particular subyace en los elementos figurativos representados, se hará necesario darle forma a estas percepciones, y eso se logra a través del conocimiento de elementos que se encuentran ajenos a la materialidad de la obra.
La pregunta que conduce mi investigación es ¿Qué más transmite el arte, aparte de lo meramente visual? ¿Puede el conocimiento traer nuevas percepciones sobre ella? Me referí anteriormente a la cualidad humana de poner en palabras aquellas sensaciones que experimentamos, de ir más allá de la experiencia fenomenológica del arte, donde se hace necesario buscar y conocer diferentes aspectos de esta: como su historia, el artista que la produjo, la técnica, etc.
todas estas preguntas orientadas a ofrecer un panorama más amplio sobre la obra, y lo que enriquecerá posteriormente su significación para nosotros. No todos nos sentimos interesados por la misma información, así como no todos percibimos lo mismo sobre una obra; serán entonces las inquietudes personales las que promuevan la búsqueda de información y la profundidad que le demos a los contenidos encontrados. Sobre la interacción entre la sensación, la percepción y el saber, Marta Zátonyi dice que “permite un incesante crecimiento en relación con el arte: abrir mundos, profundizar la relación con el arte ya conocido, mirar hacia el arte del otro, reconocer e interpretarlo, intentar entender el universo simbólico de la creación artística, valorarlo y gozar de él.
¿QUE TRASMOTE EL ARTE?
Al mirar a una obra de arte, nos enfrentamos no sólo a los valores compositivos de formas, colores o materialidad, sino que también a un proceso de reconocimiento estético que va más allá de lo observable. La obra se nos presenta por primera vez como una experiencia única que embarga a los sentidos, son estas sensaciones las que nos quedan marcadas. Después de la primera experiencia la obra nos da la oportunidad de conocerla y aprehenderla, desde otro punto de vista: el conocimiento, utilizando nuevos caminos para su comprensión, que va más allá de la experiencia sensorial. Al introducirnos en el mundo de la obra, nos adentramos a un nuevo mundo, a una nueva experiencia con la obra. Esta se presenta como si fuera una nueva obra, diferente a la que percibimos la primera vez.
La búsqueda por entender y comprender una obra de arte reacciona desde el primer momento en que nos encontramos frente a ella, es común intentar buscar elementos que nos sean familiares, formas, figuras, colores que nos remitan a recuerdos previos de objetos similares. Eco[1], menciona que las obras entregan estímulos estéticos, éstos incitan al espectador a captar el denotatum global, “los signos aparecen vinculados por una necesidad que se remite a costumbres arraigadas en la sensibilidad del receptor (…) le es, por lo tanto, imposible aislar las referencias”[2], esto produce que el primer encuentro sensorial con la obra deje incompleta tarea de comprender el todo de la obra de arte.
Debido a la calidad compleja de una obra de arte, que no nos permite comprender en un primer momento la vasta red de conexiones existentes entre las figuras y símbolos expresados en ella. La búsqueda por obtener más información sobre un objeto que nos ha marcado, estimulado, emocionado, nos conduce a investigar estas conexiones, a remitirnos a nuestras propias experiencias y a indagar todo lo que podamos sobre estos elementos. Muchas veces el medio que nos presenta la obra proporciona la información relevante para iniciar una nueva mirada a esta, contando ahora con nuevas herramientas que permiten realizar un análisis más profundo y elaborado, adonde se conectan las primeras emociones e impresiones estéticas junto con la información otorgada, creando así una complejización de los significados que nos entrega la obra. Esta nueva lectura estará más cercana a un plano más teórico que fenomenológico.
El fenómeno de la percepción estética, y cómo esta puede variar después de conocer aspectos de ella que sobrepasan lo visual y lo emotivo, será mi objeto de estudio. Para esto he decidido trabajar con un objeto artístico que me sea desconocido, o más bien alejado de mis conocimientos sobre arte: un objeto de Diseño. El escaso conocimiento de un campo artístico me permitirá tener una mayor apertura en una primera experiencia, los estímulos visuales que reciba me llevarán a experimentar un proceso de descubrimiento estético, sin que estos estímulos me remitan inmediatamente a la red de conocimientos preexistentes en mi memoria.
Al mirar a una obra de arte, nos enfrentamos no sólo a los valores compositivos de formas, colores o materialidad, sino que también a un proceso de reconocimiento estético que va más allá de lo observable. La obra se nos presenta por primera vez como una experiencia única que embarga a los sentidos, son estas sensaciones las que nos quedan marcadas. Después de la primera experiencia la obra nos da la oportunidad de conocerla y aprehenderla, desde otro punto de vista: el conocimiento, utilizando nuevos caminos para su comprensión, que va más allá de la experiencia sensorial. Al introducirnos en el mundo de la obra, nos adentramos a un nuevo mundo, a una nueva experiencia con la obra. Esta se presenta como si fuera una nueva obra, diferente a la que percibimos la primera vez.
La búsqueda por entender y comprender una obra de arte reacciona desde el primer momento en que nos encontramos frente a ella, es común intentar buscar elementos que nos sean familiares, formas, figuras, colores que nos remitan a recuerdos previos de objetos similares. Eco[1], menciona que las obras entregan estímulos estéticos, éstos incitan al espectador a captar el denotatum global, “los signos aparecen vinculados por una necesidad que se remite a costumbres arraigadas en la sensibilidad del receptor (…) le es, por lo tanto, imposible aislar las referencias”[2], esto produce que el primer encuentro sensorial con la obra deje incompleta tarea de comprender el todo de la obra de arte.
Debido a la calidad compleja de una obra de arte, que no nos permite comprender en un primer momento la vasta red de conexiones existentes entre las figuras y símbolos expresados en ella. La búsqueda por obtener más información sobre un objeto que nos ha marcado, estimulado, emocionado, nos conduce a investigar estas conexiones, a remitirnos a nuestras propias experiencias y a indagar todo lo que podamos sobre estos elementos. Muchas veces el medio que nos presenta la obra proporciona la información relevante para iniciar una nueva mirada a esta, contando ahora con nuevas herramientas que permiten realizar un análisis más profundo y elaborado, adonde se conectan las primeras emociones e impresiones estéticas junto con la información otorgada, creando así una complejización de los significados que nos entrega la obra. Esta nueva lectura estará más cercana a un plano más teórico que fenomenológico.
El fenómeno de la percepción estética, y cómo esta puede variar después de conocer aspectos de ella que sobrepasan lo visual y lo emotivo, será mi objeto de estudio. Para esto he decidido trabajar con un objeto artístico que me sea desconocido, o más bien alejado de mis conocimientos sobre arte: un objeto de Diseño. El escaso conocimiento de un campo artístico me permitirá tener una mayor apertura en una primera experiencia, los estímulos visuales que reciba me llevarán a experimentar un proceso de descubrimiento estético, sin que estos estímulos me remitan inmediatamente a la red de conocimientos preexistentes en mi memoria.
LA ESCULTURA CONTEMPORÁNEA EN EL CAMBIO DE SIGLO. A. RODIN.
El IMPRESIONISMO EN ESCULTURA: AUGUST RODIN (1840-1917)
Escultor francés que dotaba a su trabajo de gran fuerza psicológica, expresada a través del modelado y la textura. En el arte de Rodin se funden una técnica impresionista, que con la rugosidad de las superficies y la multiplicación de planos obtiene efectos de luz, la profundidad vital y la fuerza colosal que anima las figuras. Se le considera uno de los escultores más importantes del siglo XIX y principios del XX. Estudió arte en una escuela pública para artesanos y por su cuenta en el Louvre, ya que no fue admitido en la École des Beaux-Arts. Durante muchos años trabajó para otros escultores, incluido Ernest Carrier-Belleuse. Rodin colaboró, a principios de la década de 1870 en la realización de una escultura arquitectónica para la Bolsa de Bruselas. En 1875, viajó a Italia, donde se sintió atraído por el tratamiento del movimiento y la acción muscular en las obras de los escultores del renacimiento, Donatello y Miguel Ángel (el fuerte impacto de la terribilitá de Miguel Angel se aprecia en toda su obra). Para Rodin, la belleza en el arte consistía en una representación fidedigna del estado interior, y para lograr este fin a menudo distorsionaba sutilmente la anatomía.
Se trata de una de las obras en la que la influencia de Miguel ángel se refleja con mayor intensidad. La enérgica concentración del rostro y de los músculos tensos y las manos fornidas, recuerdan al gran maestro florentino.
La puerta representaba principalmente escenas del Infierno, la primera parte de la Divina Comedia de Dante. Aunque Rodin no completó las Puertas , creó modelos y estudios de muchos de sus componentes escultóricos, siendo todos ellos aclamados como obras independientes.
Su escultura, en bronce y mármol, se divide en dos estilos. El estilo más característico revela una dureza deliberada en la forma y un laborioso modelado de la textura, el otro está marcado por una superficie pulida y la delicadeza de la forma.
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